lunes, 10 de septiembre de 2012

4 semanas

4 semanas sin ti es, sin duda, demasiado tiempo. Ya hace ese tiempo que te fuiste y poco a poco vas estando todo lo bien que se puede estar, supongo. Sigues siendo la persona con la que más hablo. Sigues siendo habitualmente la última voz que escucho antes de irme a dormir. Yo pretendo ser una de las primeras voces de cada día. Me parece que lo llevamos bastante bien gracias a todo el tiempo que tuvimos para prepararnos. Sospecho que por entonces lloramos casi todo lo que tuvimos que llorar. Ahora simplemente hacemos una cuenta atrás que, sin duda, acabará en cero y con nosotros posiblemente cenando en el Frescco de alguna parte y paseando por donde sea. Cuando la compañía es la adecuada, da igual el paisaje.   Y para mí no hay mejor compañía que la tuya. Ahora estarás en clase, no sé si chicana o literatura moderna, y yo estoy aquí preparando la cena y pensando en seguir leyendo a Koryta en algún momento del día. Recoger Villar y Macías me ha hecho reencontrarme con viejos proyectos para escribir y me ha gustado, la verdad. El dinero para Albuquerque sigue subiendo lentamente y algún día ese dinero se convertirá en un billete que me lleve a ti. Más tarde hablaremos. Acabaré con una sonrisa y besando el lado del teléfono por el que sale tu voz.


Se despide, ya sabes, tu Xeeeem. 

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