Ayer fue uno de esos días en los que el nuevo paisaje de absorbe, cuando eres turista, y te devora, cuando vienes a intentar quedarte más tiempo del que fijan los monumentos y los guías. Hoy ya sabes que el día ha sido mejor: más práctico, más real y más urbano, supongo. Tengo los pies destrozados de caminar pero no puedo evitar sonreír. De Londres me esperaba más de lo que conseguí, no pienso permitir que ocurra con Barcelona. Hace un rato que hablamos. Una de esas charlas que a mí me ponen contento y hortera. Supongo que la felicidad me roza la parte de nena romántica que tengo.
Después de charlar, me fui a ver un piso coqueto. La habitación era parecida a la Beck, por 250 € + gastos. El problema es que quieren a alguien para todo el curso y eso yo no lo puedo asegurar: mi curso, si es que lo hago, acaba en febrero y después... habrá que ver cómo estoy y que estoy haciendo. Y yo se lo dije a los del piso. Mi madre me ha echado la bronca por tonto :(
Después de ver ese piso me he perdido. Y me ha encantado. No hay nada como perderse de cuando en cuando. Además, hora y algo después de escribir sobre la lluvia (sobre la nuestra, no sobre la general) se ha puesto a llover y me he mojado un poco. Mientras tanto charlaba con mi padre, que me ha dicho que haga el curso si quiero y que si no, pues no. Creo que estaría bien hacerlo y sé que es lo que ellos quieren (aunque no soporto el tono de "que más da gastar más dinero contigo, si total ya..."). Ese tono me hace sentir un fracasado. Pero bueno, supongo que son cosas de padres. No se debe dar cuenta de que a mí, y a otros muchos, nos gustaría trabajar y ser plenamente independientes pero parece que no son los mejores tiempos para eso.
Pese a todo, el día ha sido positivo. Y me ha encantado la charla contigo. Me curas. Me salvas. Me alegras. Te quiero tanto que ya no hay ni formas de decirlo. Ahora estoy oso perezoso en mi cuarto de hostal en edificio de los años 30 con ascensor clásico que parecer subir entre estertores de muerte. Da mal rollo, pero tiene encanto.
Lo más vital de mí eres tú.